Comunicarnos Nº173 JULIO/AGOSTO 2019

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REVISTA BIMESTRAL - AÑO 19 - Nº 173 - JULIO/AGOSTO 2019 - COSTO $60

s o i c i u j e r p emos los

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y ab2º Encuentro “No más chiclooss bdaersrios populares n de

e Jove t r A e d l a iv t s 2º Fe

SUPLcima E N E EL CLMENTO TREGA UB D DEPO R E MI BARRTIVO IO Decimotercera entrega de la Colección “La Patria al hombro - Iglesia y Emergencia”. Documento de los sacerdotes de Villas de CABA y GBA: “Junto al papa Francisco, anunciamos el Evangelio, luz para los pobres” y Homilía de Pentecostés del Papa Francisco.

Declarada de Interés Social por la Legislatura - Cdad. Bs. As.



Editorial

Sumario .1.

Capilla, Colegio y Club.

.2.

Superemos los prejuicios y abramos el corazón.

.4.

Abrir las manos para sembrar.

.6.

Levantar la voz, niñez un tema de agenda pública.

.9.

La ley penal no puede ser la última frontera.

. 11 .

Cuando el Estado penal crece decrece el Estado social: Justicia Penal Juvenil.

. 15 .

El encuentro con el otro.

. 17 .

Participar es decidir y organizarse es transformar.

. 20 .

Amar lo que los jóvenes aman, cuando el amor hace arte.

. 23 .

Recibirte en Casa.

. 25 .

Junto a la tumba del Padre Carlos Mugica, los sacerdotes de las villas, expresaron su apoyo al Papa.

. 27 .

Paridad. Encuentro de Mujeres de Barrios Populares.

Esta edición va acompañada de la DÉCIMA entrega del Suplemento Deportivo EL CLUB DE MI BARRIO. y la DECIMOTERCERA entrega de La Patria al hombro.

CapillaColegio y Club

En las villas, la Iglesia plantea las tres `C´ -Capilla-Colegio-Club-, como espacios sanos y dichosos que ayuden a los chicos y chicas, a crecer y desplegar sus potencialidades. La comunidad de la capilla, del colegio, del club, se organiza para recibir la vida como la vida viene. Toda institución plantea una estructura, pero esa estructura tiene que estar en diálogo con la vida concreta. Si la estructura que plantea la institución, no está dispuesta a dejarse interpelar y transformar por la realidad de la vida que recibe, esa estructura termina siendo obsoleta y no sirve. Recibir la vida como viene y acompañarla cuerpo a cuerpo, requiere una actitud permanente de conversión pastoral. Capilla como familia grande.

En el trabajo pastoral se visualiza, que el consumo de paco ha hecho explotar la marginalidad en las periferias urbanas, y ésta enrostra la exclusión en la que viven tantos niños, adolescentes y jóvenes. ¿No podría haberse evitado tanto sufrimiento, tantas lágrimas? La tarea de prevención se concibe entonces como una acción de misericordia. En un sentido tal vez la mayor obra de misericordia, porque busca primerear. La primera respuesta preventiva es la familia. Fortalecer a las familias. Es a su vez necesario plantear la capilla como una familia para el barrio. La respuesta tiene que ser dar calor de hogar, dar familia, sentir la capilla como familia grande que busca que nadie se pierda. Un colegio que no pierde el patio…

El sistema preventivo de Don Bosco está presente en nuestros colegios. Éste les pedía a sus colaboradores: “No pierdan el patio”. No perder el patio, es pedagogía de la presencia, es buscar compartir con los adolescentes lo gratuito de un encuentro, es dedicar tiempo a escuchar. Eso baja notablemente los niveles de violencia que a veces vemos entre los adolescentes y jóvenes. Si

los escucháramos en serio, encontraríamos una llave para muchas cosas. Y a veces sucede que hay que poner límites entre los adolescentes y jóvenes. Pero como decía el mismo Don Bosco: “Cuando pongas un límite no descargues bronca por otras cosas y cuando pongas un límite andá pensando qué puerta le vas a abrir, qué propuesta positiva le vas a hacer a ese adolescente o a ese joven”. Un club que genera pertenencia e identidad…

Las esquinas de los barrios, les dan identidad y pertenencia a los adolescentes. Pero muchas veces el mundo adulto que se acerca no les trae propuestas buenas. Es necesario generar propuestas pastorales para abordar a estas chicas y chicos que están muchas horas de la semana allí. En determinados contextos es importante visualizar que no alcanza solo con una propuesta para el fin de semana. Es necesario iniciar procesos de acompañamiento que se den a lo largo de la semana y que se sostengan en el tiempo. Es necesario de alguna manera institucionalizarlos, sobre todo en contextos donde el narcotráfico es una “institución” que todos los días y a toda hora pone el riesgo la vida de los chicos y las chicas. Hay que ensayar una propuesta positiva que se despliegue semanalmente. Esta es la experiencia de los clubes de barrio que se van generando en las villas. Hay ya miles de chicos en actividades deportivas, educativas, culturales, de manera sistemática, siendo acompañados. Una pastoral que quiere cuidar la vida de punta a punta (Cf GE 101) es necesario que se encarne en acciones concretas. Es una Iglesia que sale a cuidar la vida con Jesús, que “mientras camina, encuentra; cuando encuentra, se acerca; cuando se acerca, habla; cuando habla, toca con su poder; cuando toca, cura y salva” (Francisco al comité directivo del CELAM, Bogotá. 7/09/ 2017) Mons. Gustavo Carrara Obispo Auxiliar de Buenos Aires.

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2º Encuentro “No más chicos descartables”

s o i c i u j e r p s o l s Superemo

n ó z a r o c l e s o y abram

fiesta y reflexión. e d ía d n u e d a ic Crón

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Bajo el lema “Superemos los prejuicios y abramos el corazón”, el sábado 1 de junio, Día Internacional de la Infancia, en el colegio salesiano Pío IX del barrio porteño de Almagro, se vivió un día distinto, intenso y pleno en el II Encuentro “No Más Chicos Descartables”.

y religiosos conformaron los 2 paneles de la mañana: Adolfo Pérez Esquivel premio Nobel de la Paz, luchador incansable y referente en la defensa de los derechos humanos, Gustavo Carrara, obispo para la pastoral de las villas; el padre Pepe Di Paola, sacerdote en Villa La Cárcova en José León Suá-

Comenzaba la mañana en el teatro colmado, donde más de 400 personas éramos interpeladas por Adolfo Pérez Esquivel, premio Nobel de la Paz, quien nos saludaba mientras pedía que se enciendan las luces porque quería ver los rostros que lo miraban, invitándonos a que cada uno saludara con un abrazo a quien tenía al lado. “¿Cómo vamos a trabajar por la niñez, por la paz, por la unidad de nuestro pueblo si no nos conocemos?”, cuestionaba. Referentes sociales, gremiales

rez; Sebastián Waisgrais y Mariángeles Misuraca, ambos de Unicef; Ianina Tuñón del Observatorio de la Deuda Social (UCA); Claudia Bernazza, cofundadora del Movimiento Nacional de los chicos del Pueblo; el juez Gabriel Vitale, Liliana Molinari, abogada experta en Justicia Penal Juvenil; Vanesa Salgado, Investigadora del Observatorio Jóvenes y Adolescentes del Instituto Gino Germani de la UBA; Gabriel Lerner, Ex secretario Nacional de Niñez y de la Sedronar. En dichos paneles se reflexio-

nó sobre la situación de la niñez y la adolescencia en nuestro país, a 30 años de la Convención de los Derechos del Niño y en relación a la Justicia Penal Juvenil. Datos muy duros se escucharon ese día: más de la mitad de los niños son pobres y la dimensión de derechos donde se evidencia el retroceso más preocupante es en el acceso a los alimentos; un significativo aumento de enfermedades se asocia a la búsqueda de alimentos en basurales o contenedores. En los últimos 25 años la tasa de suicidio adolescente se ha incrementado en un 100%. Y también es muy preocupante la mirada y la forma en la que se piensa el delito juvenil donde el Estado llega más como punitivo y mano dura que con políticas sociales. Cuando el Estado Penal crece, el Estado social baja. “¿Cómo fue que llegamos hasta aquí, a debatir cómo castigar mejor a nuestros jóvenes pobres si no comen bien ni se educan bien?”, expresaba Vanesa Salgado. Ya el papa Francisco lo marca claramente: “Vivimos en una cultura del descarte, que afecta tanto a los seres humanos excluidos como a las cosas que rápidamente se convierten en basura”, y ante esto, ante la cultura de la voracidad y del descarte “necesitamos trabajar por la cultura del encuentro, que empieza invitando a la fiesta de la vida a los descartados”, señala el padre Obispo Gustavo Carrara. Dios nos mira a todos y para Él nadie es descartable, y encuen-


tros como éste tienen la importancia de visibilizar las acciones que ya se vienen realizando. Por eso, a la par de los paneles de reflexión en el inmenso patio salesiano del Pío IX, los jóvenes de los barrios despliegan la vida como signo de esperanza en el 2° Festival de Arte Joven. Desde Ciudad Oculta o Villa 20 en Lugano, pasando por Villa 21 en Barracas, por Bajo Flores, hasta Villa Palito, Puerta de Hierro, General Rodríguez, Boulogne, Isidro Casanova, niños, niñas, adolescentes y jóvenes de distintos espacios, parroquiales en su mayoría, compartieron sus sentires y sueños a través de distintas expresiones artísticas: murga, cine, fotografía, rap, folclore, acrobacia en tela, patín, hip hop y orquesta, se fueron desarrollando en el patio, alrededor del escenario donde también se proyectaron cortos y material audiovisual que mostraba el trabajo pastoral basado en las tres C de la vida: “Capilla, Colegio y Club” que se viene desarrollando en muchas parroquias de las villas y barrios populares y obreros de CABA y de la zona metropolitana, donde como afirmaba Don Bosco: es necesario que el amor se exprese mediante gestos concretos y eficaces. A la hora del almuerzo, el potente sonido de los instrumentos de percusión se escabullía en la sala donde seguían los paneles. Un guiso nos esperaba a todos, compartir la mesa y compartir la vida y, por la tarde, otros dos espacios de reflexión se dieron en simultáneo: “Niños y niñas con discapacidad en situación de pobreza”, en

donde hubo una coincidencia en señalar que no se valora a las personas con discapacidad; no hay ponderación positiva de ese otro que es tan importante como cualquier otro ser humano. “La lucha por la inclusión es para cada uno y en cada momento”, marcaba el Pbro. Pablo Molero quien es el Responsable de la Comisión para las personas con discapacidad de la Arquidiocesis de Buenos Aires; y el otro panel de “Participación y organización de los jóvenes de sectores populares”, donde expusieron Aldea de Jóvenes para la Paz, Casanova en Movimiento, la organización villera La Poderosa, el Hogar de Cristo de la Villa 31, y jóvenes del Movimiento de Misioneros de

Francisco y en el que se hizo especial hincapié en el concepto de superar el adultocentrismo de las organizaciones vinculadas a niños y jóvenes. El arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli, también estuvo presente por la tarde y bendijo a todos y todas, y también al Encuentro que culminó con una murga del Hogar de Cristo de Villa Palito contagiando su ritmo a cada uno de los que allí estábamos. El clima de alegría y de fiesta en ese espacio, donde la música de los jóvenes fue una de las grandes protagonistas, fue sin lugar a dudas un profundo reflejo del espíritu salesiano, por eso, tanto en el primer Festival, realizado en octubre del año pasado, como en esta oportunidad, la comunidad salesiana abrió sus puertas y sus corazones ofreciéndonos todo y estuvo atenta a cada pequeño detalle que hizo que esta jornada fuera tan fecunda, y si bien fue organizada por la Mesa BICE Argentina, compuesta por varias organizaciones, católicas en su mayoría, la Comisión Nacional de Justicia y Paz de la CEA y Cáritas Buenos Aires, son tantas las manos y los corazones que han dedicado parte de tiempo para que se concretara que, sin lugar a dudas, solo resta decir que fue la mano de Dios la que lo hizo posible.

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2º Encuentro “No más chicos descartables” Síntesis de las palabras de Adolfo Pérez Esquivel – Premio Nobel de la Paz.

s o n a s m a l r i Abr “¿Cómo vamos a trabajar por la niñez, por la paz, por la unidad de nuestro pueblo si no nos conocemos?”, comienza diciendo Adolfo Pérez Esquivel desde el escenario donde están los panelistas del primer panel del día: Derechos del Niño: 30 años de la Convención, pasado, presente y futuro desde una perspectiva de derechos. Y a continuación pidió que encendieran las luces para que pudiera ver también a todos los participantes, “es necesario vernos, reconocernos, mirarnos, ¿todos ustedes se conocen entre sí?, hagamos un pequeño ejercicio, saludemos a quien tenemos sentado a nuestro lado, digamos nuestro nombre y, si quieren, se dan un abrazo”. Y por espacio de unos minutos en toda la sala se escuchó el murmullo de voces que se hablaban por primera vez y se reconocían en ese espacio con las mismas preocupaciones hacia los niños y niñas. “Un compañero de caminar por el mundo”, continúa Adolfo, “que no está ya físicamente pero siempre está presente, que es Eduardo Galeano, Eduardo hablaba mucho de los abrazos, de la unidad, porque muchas veces cuando estamos uno frente al otro, estamos crispados y tenemos los puños cerrados. Y con los puños cerrados no se

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La paz no se regala, la paz se construye, nunca es la ausencia del conflicto, es

una dinámica permanente de relaciones entre las personas y los pueblos.

puede sembrar, para sembrar hay que abrir la mano. Esto es lo que tenemos que aprender: abrir la mano, dialogar, pensar juntos. Caminar juntos. Y hay que hacer caminar la palabra. Hay palabras que no caminan, que están estacionadas, pero hay palabras que caminan, que penetran en la conciencia y en el espíritu de la gente y que nos abren puertas. Y aquí estamos para abrir puertas, para comunicarnos, para trabajar en esta palabra que camina, y hablar de la infancia. Nosotros, como servicio de Paz y justicia, llevamos muchí-

rar

b para sem

simos años de caminata con la infancia, fundamentalmente somos educadores, pero… ¿qué es la educación? Cuando hablamos de la educación vamos mucho más allá de impartir conocimientos, porque podemos impartir conocimiento en las escuelas y universidades, y generar esclavos para un sistema. Educar es la práctica de la libertad. Es generar conciencia crítica y valores para la libertad. Sin libertad no podemos amar, y sin amor este mundo pierde sentido. Nosotros desde la perspectiva de la fe nos basamos fundamentalmente en el amor. Y este amor debe ser compartido. Un poeta francés, con una fe extraordinaria, que trabajó mucho en los leprosarios, tenía una frase “nadie puede ser feliz a solas”. Para ser feliz, para trabajar por el prójimo, tenemos que abrirnos, y tenemos que acercarnos para


escucharnos, para comprendernos. Porque estamos aquí para ser felices, no desgraciados y desgraciadas. Estamos aquí para abrir las puertas y las ventanas para que entre la luz y entre el espíritu, como nos enseñó ese gran Papa bueno Juan XXIII. Y vemos que hoy cuando se habla de la infancia, se habla de bajar la edad de imputabilidad, de encerrarlos, de tratarlos como delincuentes, y no, tratarlos como víctimas sociales de una sociedad injusta. ¿Cómo puede ser que en un país riquísimo, con recursos de todo tipo, haya niños y niñas con hambre?, ¿cómo puede ser que un chico de 12, 13 años tenga que zambullirse en un conteiner de basura para comer? Hace ya algunos años se organizó la marcha nacional de los Chicos del Pueblo con un lema: “El hambre es un crimen”. Sigue

lincuente, es una víctima social, hay chicos que adquieren armas, pero también hay que ver quién les entrega las armas, quién los somete a las drogas, a la marginalidad, a la violencia, a la prostitución. Nosotros con las redes de infancia estamos preparando una gran movilización para impedir la baja de la edad de imputabilidad en el congreso, decirles a los legisladores que tomen conciencia de su responsabilidad. Y vemos el hambre y las enfermedades, y nos duele profundamente la situación que viven estos chicos y chicas, pero tenemos que ver también los signos de esperanza, que están aquí, so-

siendo un crimen, y nosotros somos responsables de esta sociedad, y tenemos que cambiar esto. Hay que recrear la vida, hay que darle sentido de esperanza, de no llegar a esas situaciones extremas. Ningún chico es de-

mos todos los que estamos aquí reunidos, y otros que no están aquí pero también trabajan para que no les roben la vida y la esperanza, no les roben la sonrisa a los niños. Que puedan ver la vida de otra manera. Y dialogar con ellos. Son sujetos de dere-

El futuro se construye con el coraje que

tengamos de hacer el presente.

chos, no objetos. Y hoy, a pesar de las leyes, la Convención y los tratados internacionales no se respetan. Y para poder avanzar y cambiar esto hay que ser rebeldes, la rebeldía de las conciencias frente a las injusticias, si no, no podremos cambiar esto. No lo podemos cambiar con paliativos, con lamentos. Hay que ser rebeldes para transformar la sociedad. Esa rebeldía que nos mueve. Y para esto necesitamos de la rebeldía de las conciencias, que esta palabra que camina penetre. Y quiero finalizar con algunos ejemplos concretos. Hay toda una política de exclusión social, de los descartables como habla el papa Francisco, esos descartables son seres humanos, pero hay toda una propaganda, los medios hegemónicos de comunicación hacen lo suyo. Todas y todos conocen los monocultivos. Hay un monocultivo más peligroso que estos, y que nos están imponiendo, el monocultivo de las mentes, porque ahí estamos dominados, y ahí necesitamos de la rebeldía. Porque esos niños y esas niñas necesitan de los abrazos, del amor de una sociedad, necesitan de sociedades justas. Podemos hablar de pactos y protocolos, pero si no cambiamos esto con nuestra rebeldía y nuestra acción, no habrá futuro. Lo que sembramos hoy es lo que recogeremos, no hay otro camino, si sembramos maíz, recogemos maíz, si sembramos la paz y sembramos el derecho, vamos a recoger la libertad. Es un desafío enorme que tenemos. Por eso, a los niños debemos escucharlos, y estar atentos a sus demandas. Lo único que ellos reclaman en esta vida es un poco de ternura y amor.

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2º Encuentro “No más chicos descartables” - Síntesis del panel Derechos del Niño: 30 años de la Convención, pasado, presente y futuro desde una perspectiva de derechos.

, z o v a l r a t n va

Le

a c i l b ú p e agenda

d a m e t n niñez u “Hoy se levantan voces que tratan de ‘explicar’ que los derechos sociales son viejos, pasados de moda, y no tienen nada que hacer con nuestra sociedad”. De esta manera confirman políticas económicas y sociales que llevan a nuestros pueblos a aceptar y justificar la desigualdad y la indignidad”. Palabras de Francisco en la Cumbre Panamericana de Jueces sobre Derechos Sociales y Doctrina Franciscana - 4 de junio de 2019. El 2do. Encuentro de No más chicos descartables comenzó con un primer panel, centrado en los 30 años de la Convención y los derechos de niños y niñas. La mesa estuvo a cargo del premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, Claudia Bernazza, Educadora popular y activista política; Sebastián Waisgrais de Unicef, Ianina Tuñón del Observatorio de la Deuda Social (UCA) y Gustavo Carrara, Obispo para la Pastoral de las villas. Luego de la apertura a cargo de Adolfo Perez Esquivel, el representante de UNICEf, Sebastián Waisgrais, señaló que la Convención de los Derechos del Niño constituyó el primer tratado vinculante en relación al cumplimiento de los derechos civiles, políticos, sociales, económicos, culturales. Y es el tratado de derechos humanos más ampliamente ratificado a nivel global. Cuando se piensa en 30

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años de la Convención, esta mirada de perspectiva necesita tener una mirada histórica, pero en clave actual. Sebastián Waisgrais comparte los datos más significativos de UNICEF y si bien “se ha obser-

vado un descenso en los niveles de pobreza en los últimos años en la región, en la Argentina se ha incrementado y hoy llegamos a que la mitad de la niñez y la adolescencia tienen sus derechos vulnerados. Donde de cada dos chicos que entran en la secundaria, uno solo la termina. Donde mueren 6.500 niños antes del primer año de vida; muertes en su gran mayoría prevenibles con un adecuado tratamiento tanto en el embarazo, como en el parto, y en la atención posterior. Donde un millón de chicos están afuera de la asignación univer-

sal. Solo el 20% de los chicos accede a un sistema público de cuidado en sus primeros años, años clave para generar igualdad de oportunidades. Otro de los datos fuertes que Waisgrais señaló fue el referido a los suicidios, en Argentina: “500 adolescentes se suicidan todos los años”. Para Unicef la gran preocupación tiene que ver con la situación actual: “Queremos llamar la atención”, remarca Sebastián, “del incremento significativo de enfermedades transmitidas por los alimentos, gastroenteritis, diarreas y en algunas situaciones con bastante gravedad, justamente asociados a la búsqueda de alimentos en basurales, en contenedores. Tenemos temas muy serios vinculados a la supervivencia en los propios hogares, a la protección especial, aparecen los fenómenos de violencia y no solo la intrafamiliar sino la violencia institucional que aparece como un factor clave y muy fuerte


en los últimos años. Hay un incremento muy significativo del consumo de sustancias y podría seguir abarcando un montón de cuestiones que nos interpelan como sociedad. Creo que tenemos que volver a la Convención y enfocar como principal objetivo la reducción de la pobreza en todas sus dimensiones, invirtiendo mayores recursos, invirtiendo en la niñez y la adolescencia, fomentando y aplicando políticas universales y atendiendo las situaciones complejas. Y, fundamentalmente, generando una política nacional de cuidado que iguale oportunidades desde los primeros días de vida. Ianina Tuñón, del Observatorio de la deuda Social de la Universidad Católica, continuó con el informe del Observatorio: “En el último período 2017 y 2018 se incrementó la pobreza económica significativamente, hoy el 50% de los niños son pobres en términos monetarios, el 60% son pobres en el ejercicio de alguno de sus derechos y el 40% son doblemente pobres, son pobres en el sentido económico y son pobres en el ejercicio de sus derechos. Tuñon remarcó que una alarma importante es el incremento significativo de la inseguridad alimentaria en el último año. La inseguridad alimentaria es un proceso donde en primer lugar son los adultos de los hogares los que empiezan a restringir su ingesta alimentaria, siendo las mujeres las primeras que se privan, luego los hombres y finalmente son los niños. El 3% de los niños está en esta situación donde la inseguridad alimentaria los afecta de modo directo. Y en hogares vulnerables donde los adultos empiezan a restringir su ingesta alimentaria están

el 30% de los niños. Alrededor de un 8% de niños hoy en la Argentina se están yendo a dormir sin cenar. La asignación universal por hijo hoy se revela insuficiente para poder garantizar el acceso a los alimentos, y también cada vez más niños están realizando alguna comida en las escuelas o los comedores comunitarios. Cuando ingresamos a las distintas dimensiones de derechos de los niños encontramos situaciones de privaciones, La niñez no sólo no forma

parte de la agenda pública, sino que ahora, además,

desde hace unos años, los

niños y niñas son efectiva y

materialmente descartables.

algunas que tienen que ver con los primeros años de vida. Son cuestiones necesarias de empezar a visualizar en términos de déficits que empiezan a producir inequidades. Por supuesto el acceso a los alimentos es una de las cosas más prioritarias, pero los estímulos emocionales e intelectuales también son muy necesarios. Algo que señala sistemáticamente el informe es que estos niños tienen muchas más privaciones en términos de estimulación a través de la palabra. Eso tan importante que es poder narrar historias, cantar y socializarlos en el mundo de la alfabetización desde temprana edad, empieza a mostrar profundas desigualdades sociales que son muy difíciles de equiparar cuando el niño ingresa al mundo educativo, porque si bien la gran mayoría de los niños y niñas va a la escuela primaria, la calidad de

los recursos educativos que estamos ofreciendo son muy desiguales y son mucho más pobres para los pobres. Lo mismo sucede con el acceso a la salud, en este momento solo el 50% de la infancia accede a la salud pública, con lo cual el desafío de cobertura es muy importante pero también de calidad. Cuatro de cada diez niños en la Argentina no visitó un odontólogo en el último año, dos de cada diez no fueron a un médico. No es suficiente que tengamos una educación pública y una salud pública a disposición, tenemos que garantizar que los niños accedan y puedan aprovechar esas estructuras de oportunidades, y que estos servicios sean de calidad. Desde otra mirada, Claudia Bernazza comparte con el auditorio una preocupación: “La niñez no sólo no forma parte de la agenda pública, sino que ahora además, desde hace unos años, los niños y niñas son efectiva y materialmente descartables; la tragedia de Monte hace unos días es la enorme metáfora de este tiempo, el duelo de esos pibes, la muerte absolutamente injusta, innecesaria, terrible de esos pibes nos lleva a decir que ya no basta con diagnosticar que los pibes no están en agenda, y que

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cuando están en agenda es porque son pibes chorros y hay que bajar la edad de imputabilidad. Por eso destaco que en un grupo de organizaciones cercanas y fundadoras del Movimiento ‘Los

va a la tragedia de la mitad de los pibes bajo la línea de pobreza es la desigualdad que nos tiene que llevar a la acción inmediata. Creemos que para revertir esta desigualdad necesitamos

chicos del Pueblo’ creemos necesario retomar aquella agenda que se alumbró con la primera democracia, retomar aquellas consignas, a la luz de la tragedia de este tiempo. Por eso queremos retomar esa historia diciendo que ‘el hambre es un crimen’ que ellos ‘son nuestros hijos’, como dijimos en aquel tiempo, y que ‘con ternura venceremos’. También dijimos, en la crisis de 2001: ‘bajen las armas, aquí solo hay chicos comiendo’. Y en este momento la desigualdad que lle-

un estado presente, no el estado represor que tenemos en este momento, y necesitamos a ese Estado vinculado con las organizaciones comunitarias, porque las organizaciones comunitarias son opción de vida y de acción territorial. Creemos que nosotros como organizaciones comunitarias, gremiales, religiosas, sociales, somos las que tenemos que entrar en diálogo con el Estado en mesas de concertación y pacto social. Y estas organizaciones además, vamos a

levantar, y este es nuestro tercer punto, a la pedagogía como práctica emancipadora. Porque son vínculos los que salvan, el problema de los pibes sin proyecto se resuelve con proyectos de vida pensados desde las respuestas comunitarias. Esta democracia que está haciendo monocultivo de mentes diciéndonos que el enemigo son los migrantes, las mujeres, los pibes. Después nos dice, y naturalizamos, que hay que bajar la edad de imputabilidad. Por eso decimos, junto con este conjunto de organizaciones, ‘ningún pibe nace chorro’, basta de demagogia punitiva, la justicia social es la justicia que exigimos, no a la edad de baja de punibilidad, por una economía sin exclusiones, por un proyecto de desarrollo con justicia social, por una patria que abrace, por una niñez que esté definitivamente en la agenda nacional. La patria son los pibes y a eso nos debemos abocar”. Uno de los temas que atravesó la mesa fue la necesidad de hacer efectivo el nombramiento de la defensora de los niños, niñas y adolescentes, que constituye una deuda estructural desde hace 15 años. La abogada Marisa Graham, quien fue designada para el cargo, estaba entre el público y recibió el apoyo de los panelistas.

FM 107.1 Radio Pan y Trabajo @fmpanytrabajo Av. Rivadavia 413 Piso 5 CP Tel: 54-11-4342-3237

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2º Encuentro “No más chicos descartables” - Síntesis de las palabras del padre Pepe Di Paola Párroco de San Juan Bosco en Villa La Cárcova – Pdo. de San Martín.

La ley penal no puede ser la última frontera

A media mañana y después de un pequeño receso, el padre Pepe Di Paola abrió el segundo panel: Hacia una Justicia Penal Juvenil en perspectiva de derechos. “Hace ya varios años, cuando empezaron con el tema de la baja de edad de imputabilidad desde la Comisión Nacional de Adicciones, veíamos que se reavivaba un debate sobre el límite establecido legalmente, donde por debajo del cual el Estado no puede aplicar una pena, dicho debate no debe rechazarse a los fines de una adecuada legislación penal juvenil, pero necesariamente debe incluir otras perspectivas sociales y jurídicas, y cumplir con todas las normativas internacionales, nacionales, provinciales que garantizan derechos a los niños, niñas y adolescentes sean o no infractores de la ley penal. Nosotros, desde los barrios más humildes, podemos dejar constancia de que hay una pobreza estructural que se viene dando desde hace muchos años en Argentina; pero, sin lugar a dudas, con la nueva política desarrollada por el gobierno nacional en estos últimos tiempos se ha pronunciado, y entonces encontramos que los derechos de los chicos están cada día más lejos de poder cumplirse. Ya el papa Francisco en 2005, siendo obispo, nos advertía en su Carta por la Niñez: Los datos de la realidad nos señalan que la mayoría de nuestros niños son pobres y que alrededor del 50%

de los pobres son niños; los niveles de indigencia se expresan dramáticamente en la actualidad y en nuestro futuro próximo con consecuencias ciertas a partir de carencias nutritivas, ambientales, insalubridad, violencia y promiscuidad naturalizadas, que condicionan su crecimiento, problematizan su relación personal y tornan dificultosa su inserción social y comunitaria. Frente a esta realidad de nuestros niños y adolescentes aparecen reacciones diversas que se orientan a un acostumbramiento progresivo de creciente pasividad e indiferencia, una suerte de normalidad de la injusticia; o, por otra parte, una actitud falsamente normativa y de supuesto bien común que reclama represión y creciente control, que va desde la baja de la edad de imputabilidad penal hasta su forzada separación familiar, en

ocasiones sometiendo injustamente al sistema judicial situaciones de pobreza familiar o bien promoviendo una discrecional y abusiva institucionalización. Estamos hablando de 2005, ¿qué nos diría ahora? Cada chico marginado, abandonado o en situación de calle, con deficiente acceso a los beneficios de la educación y la salud, y que pueda encontrarse involucrado también en una cuestión penal es la expresión cabal no sólo de una injusticia sino de un fracaso institucional que incluye tanto a la familia como también a sus vecinos, a las instituciones barriales, a su parroquia y a los distintos estamentos del Estado en sus diversas expresiones. Estas situaciones reclaman una respuesta inmediata, pero no solamente la mano del derecho penal. Hace poco una una política decía que los curas villeros

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tificar el proyecto como medida para garantizar el debido proceso de los niños. La provincia de Buenos

preferíamos la ley de Videla. Más allá de la bronca que nos dio en su momento, sentíamos que superar la ley de la dictadura no significaba empezar por la baja de edad, sino que significaba justamente empezar por darle a los chicos, a los adolescentes y a los jóvenes un estado de vida mucho mejor. O sea se prefería empezar por el último capítulo del libro. Hay falsedades que fueron denunciadas por la Comisión de la Memoria a la que pertenezco, falsedades que quisiera destacar. En primer lugar, es falso afirmar que los jóvenes de menos de 16 años que cometieron un delito están en libertad en la provincia de Buenos Aires, de los 680 jóvenes detenidos en centros cerrados o cárceles para jóvenes entre un 10 y un 12% son menores de 16 años imputados por homicidio, delitos sexuales y robo con armas. Otra de las falacias es jus-

profesional. En las cárceles para jóvenes se padecen graves violaciones de derechos humanos que solo ocasionan más violencia y restan posibilidad de modificar las conductas por las cuales se los sanciona. La mano dura es lo contrario Creemos que al Evangelio y a una sociedad la propuesta que se fue democrática y organizada. generando Aires da cuen- en este gobierno realmente careta de que no ce de sustento, creemos que en es así; gran algún aspecto puede ser distracparte de los jóvenes, tivo como muchos de los temas entre 16 y 18 años, están conde- que estos años se fueron poniennados mediante un juicio abre- do en el eje de debate de la soviado, extorsivo, que demuestra ciedad, y pensamos que nos aleja la nula garantía de defensa en el del eje fundamental: valorar la juicio o debido proceso legal que vida de los niños y de los jóvepadecen. Y la segunda es que la nes, sobre todo de los más pomedida no tiene ningún funda- bres. Por eso nuestra postura fue mento como política de seguri- firme y coherente, y desde que dad, porque a pesar del estigma empezamos con este tema hasta social que recae sobre los jóve- hoy seguimos con el mismo pennes pobres, su incidencia en la samiento, y vamos encontrancomisión de delitos es mínima, do cada vez más argumentos y llegando apenas a un 3% del to- vamos encontrando cada vez tal, en el caso de los jóvenes hoy más dejadez por parte del Estaimputables entre los 16 y los 18 do para reafirmar esta postura. años; y a un porcentaje ínfimo Rechazamos la baja de edad y si tomamos los menores de 16 pensamos en una sociedad en la años sobre los que se pretende que debemos preocuparnos por bajar la edad. Por otro lado, los cómo hacer que los chicos y los que se encuentran en conflicto jóvenes puedan gozar de plenos con la ley, penalizados o con el derechos en la sociedad en la encierro, no recibirán ningún que viven, tenemos que fijarnos tratamiento para su responsa- en nuestra propia historia, donbilización y reinserción, ni se les de hubo momentos en donde fue brindará posibilidades de acceso pleno el derecho para los niños, a la educación y la formación adolescentes y jóvenes.

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2º Encuentro “No más chicos descartables” - Síntesis del panel Hacia una justicia penal juvenil en perspectiva de derechos.

Justicia Penal Juvenil

Cuando el Estado penal crece,

decrece el Estado s

La “injusticia social naturalizada” –o sea como algo natural– y, por tanto invisibilizada, que sólo reconocemos cuando “algunos hacen ruido en las calles” y son rápidamente catalogados como peligrosos o molestos, termina por silenciar una historia de postergaciones y olvidos. Palabras de Francisco en la Cumbre Panamericana de Jueces sobre Derechos Sociales y Doctrina Franciscana - 4 de junio de 2019

A media mañana y luego de un intermedio, se desarrolló el segundo panel del Encuentro de No más chicos descartables: Hacia una justicia penal juvenil en perspectiva de derechos, donde contamos con la presencia del Padre Pepe Di Paola; del juez e investigador Gabriel Vitale; de Liliana Molinari, abogada experta en Justicia Penal Juvenil; Gabriel Lerner, ex Secretario Nacional de Niñez; Mariángeles Misuraca, Oficial de Protección de Derechos y Acceso a la Justicia de UNICEF; y Vanesa Salgado, Comunicadora social, Especialista en problemáticas sociales infanto juveniles, Observatorio de jóvenes y adolescentes Gino Germani. En su exposición, Gabriel Lerner comenzó citando palabras de Eduardo Bustello, referente de UNICEF en los ‘90: “No hay infancia emancipada en una sociedad opresora, en aquel momento se tenía la expectativa que al sancionar y ratificar la Convención se iba a transformar la calidad de vida de los niños, pero si bien, las leyes son condiciones necesarias no son suficientes. Las leyes se aplican e

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interpretan en contextos de relación de fuerza, del poder económico, de las grandes corporaciones, de la política. Y uno de los segmentos más frustrantes para quienes hemos bregado por la aplicación de la Convención, ha sido el de dotar de una legislación penal para adolescentes que sea adecuada, democrática, que favorezca la prevención y que no se inspire en el paradigma reclusionista”, y continuó Lerner diciendo, “desde el derecho internacional de derechos humanos hay un intento de ruptura radical en el abordaje del delito adolescente en relación al delito Los derechos humanos se contraponen de adultos. El art. 40 de la de manera radical con cualquier Convención dice que un proyecto neoliberal, no hay derechos adolescente que haya co- humanos en el marco del neoliberalismo. metido un delito debe ser tratado de manera acorde con el fo- nos ha ido mucho mejor abrienmento de su sentido de la dignidad y do caminos para que los chicos y el valor, que fortalezca el respeto del las chicas que han cometido deniño por los derechos humanos y las lito o que están cerca de hacerlo libertades fundamentales de terce- encuentren unos cabos que los ros y en la que se tengan en cuenta saquen de ese camino. Porque si la edad del niño y la importancia de no los sacamos de ahí, ya sabemos promover la reintegración del niño dónde los vamos a encontrar, en y de que éste asuma una función las cárceles o muertos a manos constructiva en la sociedad. Esto es de la policía. Es decir, responder al lo que deberíamos hacer frente a delito adolescente con más sisteun adolescente que ha cometido ma penal lo que termina hacienun delito, aun con un delito muy do es cristalizarlo en el camino grave, buscar salidas alternativas, que inició. Y lo que el gobierno nacional la justicia restaurativa, tareas a favor de la comunidad, la repara- ha presentado en el Congreso ción del daño, acuerdos comunita- como proyecto es nefasto, no solo rios, tratando de eludir el camino baja la edad de punibilidad sino del procedimiento penal tradicio- que prevé la posibilidad de aplicar nal y de la pena. Las experiencias penas de hasta 15 años de prisión del mundo entero muestran que a adolescentes de 15 años, de has-

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ta 50 años de prisión a adolescentes de 16 años y 17 años, faculta a las policías a mantener sin llevar a un juzgado a un adolescente durante 24hs, con la posibilidad de prolongarlo 24hs más, fallo que la Comisión Interamericana de Justicia nos ha llamado la atención por adolescentes muertos en sedes policiales y esta ley permitiría que la policía tenga dos días completos a un adolescente sin presentarlo judicialmente. Un año de prisión preventiva con la posibilidad de prolongarlo por otro año. Retorno al juez de menores de las facultades integrales. Es un mix de mano muy dura y de retorno en algunos aspectos a la política de patronato. Y fue generado por el Ministerio de Justicia y Seguridad sin ninguna participación de los organismos de infancia. Esto es secuestrar el problema del delito adolescente como un problema de la niñez y pasarlo al campo de la política criminal de adultos y es un movimiento tremendamente complejo de las políticas de niñez presente y a futuro. El juez Gabriel Vitale comenta la confusión que ha tenido históricamente el derecho de infancia en relación a lo que es política social y política criminal: “Históricamente el derecho de infancia ha sido signado por la actividad judicial con la ley del Patronato que establecía que todos los derechos

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de la infancia tenían que discutirse dentro del sistema judicial, sea cual fuere el derecho vulnerado. De esta manera confundió lo que hoy conocemos como derechos vulnerados y violados con la comisión de delitos por parte de chicos que no llegan a tener 18 años otorgándole muchísimo poder al fuero de menores, y fue el dato más claro de la criminalización de la pobreza. Esa situación fue cambiando luego de la Convención de los Derechos del Niño y la ley nacional 26061 o con las leyes provinciales para poder hacer un quiebre y decir, una cosa son las políticas públicas y otra cosa son las políticas criminales. Y la principal transformación se correspondía a los límites que se le ponía al poder judicial que ya no podía intervenir en cualquier caso encubriéndose detrás de una política asistencial. Y esos límites generaron durante años la mirada crítica que tuvieron jueces y asesores de menores, porque no querían perder poder, pues entendían que el poder ejecutivo municipal, provincial o nacional no iba a poder hacerse cargo de lo que era la política social de infancia y decían que la única forma de poder respetar esos derechos era a través del poder judicial”. Continúa el juez Vitale remarcando que esa misma discusión

es la que estamos teniendo ahora: “que la única forma de poder respetar derechos es a través del poder judicial. Intentamos pensar al derecho penal como último eslabón de la cadena democrática, políticas sociales, políticas criminales, juzgados de familia, y por último los juzgados penales, sin embargo parece que muchas veces queremos encarcelar lo diferente, militantes sociales, sindicalistas, quien fuere. Y es el propio poder judicial, como no existen políticas públicas, el que quiere volver a otorgar poder a los efectos de poder criminalizar ese espacio y que no haya esa discusión sobre políticas sociales. Entonces la aplicación de ese espacio es seguir poniéndole límites al poder judicial e intentar potenciar esas políticas públicas para las que nunca el Estado abrió las puertas y dio recursos humanos, materiales para llevar adelante. Siempre fueron espacios de lucha y de tensión. Y esos espacios de lucha y de tensión se viven por fuera y por dentro del poder judicial. Y se viven en cada uno de los espacios”. Por su parte Liliana Molinari dice: “Si bien hemos avanzado enormemente a partir de la Convención en la modificación de la ley de Protección de Derechos tanto a nivel nacional, como a nivel provincial, no pudimos lle-


gar a modificar la ley de procedimiento penal por una ley de responsabilidad penal juvenil y es porque todavía estamos estancados en una postura conservadora y la antigua ley de Patronato todavía está instalada en algunos espacios. No podemos divorciar la ley de promoción y protección de derechos del niño, niña y adolescentes de la ley de responsabilidad penal, ambas tienen que ir juntas porque, si no, estamos haciendo una división entre lo que son las políticas sociales y las política criminal. Lamentablemente hoy se vuelve a legitimar la mano dura. La ley de promoción y protección de derechos corre el eje de lo judicial a lo social, al plano de las políticas públicas, y una vez que el chico entra en el sistema penal, es muy difícil sacarlo de ahí. Hablar de la baja de imputabilidad es desconocer las observaciones del Comité de los Derechos del Niño, en lo que se refiere a la administración de justicia, donde recomienda fijar la edad en 14 a 16 años. Pensar en bajarla es retroceder enormemente en aquellos avances legislativos que se han logrado”. Mariángeles Misuraca comenta de un libro que se ha presentado des- d e UNICEF, “Las voces de las y los adolescentes privados de libertad”, donde se entrevistó a 508 chicos en centros privados de libertad para ver sus trayectorias, sus deseos, siempre desde su mirada, su derecho a ser oído. Y comparte con el público algunos datos: “El 30% de los chicos entrevistados estuvo en algún momento en si-

tuación de calle, el 15% había estado en hogares, el 50% no iba a la escuela y el 80% la había dejado en algún momento o había repetido. Todo esto demuestra la carencia de los derechos sociales. Cuando les preguntamos si antes de ingresar al centro habían tenido algún problema de violencia, el 40% señaló que recibía algún tipo de persecución o había tenido algún problema con las fuerzas de seguridad. Nosotros como UNICEF estamos en contra de la baja de edad de punibilidad. La reforma del sistema penal juvenil es una deuda que tenemos, pero esa reforma no puede ser regresiva, no puede bajar la edad de punibilidad y no puede tener penas altas”.

Destaca Misuraca que la conclusión del trabajo de UNICEF es: inclusión, derechos, cumplimiento de los mismos y no represión, y un sistema penal juvenil tiene que tender a que los chicos tengan un nuevo proyecto de vida, alejado del conflicto y que puedan desarrollarse y poder acompañarlos después del egreso. Cerró el panel Vanesa Salgado,

del observatorio de docentes y jóvenes del Germani, que comenzó marcando la gran división que hay en términos de control social entre aquellos mecanismos reactivos o represivos y aquellos otros, que llamamos proactivos, que producen sentido: “Toda la cadena punitiva: la policía, las fuerzas de seguridad, la justicia y el encierro, son eslabones de una cadena punitiva que forma parte de esos mecanismos represivos de control social. Y esos mecanismos de control social represivos tienen una clientela por excelencia: las poblaciones pobres, las poblaciones excedentes, ‘descartables’, que el sistema capitalista no dejará de producir, porque su lógica de funcionamiento es de la opresión de unos sobre otros, de la acumulación y reparto inequitativo de la riqueza, y que los gobiernos modernos gobiernan principalmente a través de los mecanismos represivos”. Sostuvo Salgado: “Hablamos de la ley penal juvenil, pero quienes trabajamos, militamos y habitamos los territorios, sabemos que los pibes y pibas están fundamentalmente gobernados por las fuerzas de seguridad, en las cárceles a cielo abierto, en su propios territorios, donde no pueden caminar libremente y las fuerzas de seguridad definen si los pibes pasan o no pasan de una cuadra a otra. Hay muchos más adolescentes gobernados a través del sistema penal en sus territorios, que los que vemos en el encierro”. Y luego, Salgado, continuó señalando que “la mitad de los pibes son pobres en este país y el tema de agenda es cómo castigarlos mejor, con mejores cárceles y mejores dispositivos de encierro. ¿Cómo llegamos ahí? Este nuevo proyecto de responsabilidad penal

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Es sumamente grave que la

juvenil que el gobierno presentó es nefasto y me atrevo a decir que es peor que el de Videla, porque lo que de alguna manera trasciende en ese proyecto, es la idea de riesgo. El riesgo es una categoría que habla de que alguien podría cometer un acto, y lo que se intenta justificar es que el sistema penal actúe de forma preventiva, confundiendo el estar en riesgo y la vulnerabilidad con ser riesgoso. El sistema penal castiga, cuando debatimos edad de punibilidad estamos debatiendo a partir de qué edad el Estado se va arrogar la capacidad de infringir dolor en el cuerpo de nuestros pibes, por eso queremos a los pibes fuera del sistema penal. No queremos mirarlos con el sistema penal, por eso tiene que funcionar el sistema de promoción y protección de derechos, porque queremos que el Estado mire a los pibes, toque a los pibes con el sistema de promoción y protección

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política pública por excelencia para mirar a las poblaciones

de adolescentes pobres sea a través del sistema penal.

de derechos. Porque el sistema penal cuando toca, rompe, deja marcas para siempre, el sistema penal no resocializa a nadie, en ninguna parte del mundo. La construcción de sentido que se hace es que ellos son nuestro enemigo y entonces el objetivo es consensuar con el resto de la sociedad que lo que hay que hacer con esos pibes es encerrarlos. Si leen los diarios,

en los títulos, las volantas, las formas en las que se nombra, a quién se nombra con el nombre y a quién no, qué se visibiliza y qué se invisibiliza en cada noticia, de esa manera se construye nuestra realidad, los medios no solamente recortan la realidad para mostrar, construyen una realidad también. Y cuando uno entiende que este orden de cosas responde a un momento histórico, también entiende que ese orden podría ser distinto, entonces el desafío que tenemos es esa construcción colectiva para subvertir el orden, para poner en duda el reparto de la riqueza, de la pobreza sabemos un montón, pongamos en duda el financiamiento de la política pública, porque de nosotros depende, no solo de conmovernos, sino también de organizarnos en relación a esto que sostenemos, que pensamos y que es nuestro desafío”.


2º Encuentro “No más chicos descartables” - Síntesis del panel Niños y niñas con discapacidad en situación de pobreza. Riesgos y oportunidades.

En el 2° Encuentro No más chicos descartables, luego del almuerzo, se realizaron otros dos paneles aparte de los que se dieron por la mañana, siendo uno de ellos el de: Niños y niñas con discapacidad en situación de pobreza. Riesgos y oportunidades. Estuvieron como panelistas el Pbro Pablo Molero - Responsable de la Comisión para las personas con discapacidad del Arzobispado de Bs As. junto al psicólogo Eduardo Maidana y a Adriana Bordarampe, Educadora y Psicopedagoga. Adriana abrió la charla compartiendo algunas cifras de niños y niñas con discapacidad: “En la Argentina tenemos aproximadamente 660 niños y niñas en edad escolar que tienen algún tipo de discapacidad, de los cuales asisten a la escuela entre un 15 y un 19% menos que el colectivo total de niños y niñas, si a esto les sumamos las familias que están atravesadas por la pobreza esta cifra se resiente muchísimo más. Y tenemos casi un 30% de niños y niñas que viven en condiciones de pobreza, hay un montón de niños, niñas y adolescentes con una discapacidad declarada que no tienen acceso a una escolaridad específica o transitan la escolaridad sin el apoyo adecuado para que los promueva. Al a hablar de inclusión tenemos que hablar de igualdad, no solo de oportunidades sino de esa justicia que hace que el otro pueda tener la misma posición que cualquiera mas allá de la discapacidad”, comenta Adriana y menciona como relevante la obligatoriedad, el protagonismo y el territorio. ¿Cuál es el protagonismo que tienen las personas con discapacidad en las políticas de inclusión? Ser protagonista significa movernos con ellos, con todo el sistema de apoyo necesario que necesita

esa persona. Porque si no, corremos el riesgo de generar exclusión aun dentro de las políticas de inclusión. El gran tema es un tema de justicia social, de equidad y de igualdad en las posibilidades de desarrollo que van más allá de la discapacidad. Lo primero que tenemos que pensar son los derechos fundamentales, la alimentación, una vivienda digna, el espacio recreativo; y ahí entra la comunidad y el territorio como lugar de una esperanza de vida, porque es a partir de esa comunidad donde muchas veces tenemos que pensar la propuesta para la inclusión de este niño. Si tenemos un 10% de personas con discapacidad, ¿las tenemos visibilizadas en nuestros grupos de jóvenes, de niños, de scouts? Porque ahí viene toda una cuestión histórica de invisibilización, aún hoy. Lo que tenemos que pensar es de qué manera adecuamos nuestros espacios, alojamos al otro, los mismos equipos de trabajo en lo cotidiano y esa es la gran transformación que tenemos que seguir construyendo entre to-

dos, más allá de seguir luchando por los derechos. No bastan los programas de inclusión de acuerdo a las leyes sino hay una transformación de miradas”, afirma. En sintonía con Adriana, el padre Pablo remarca que “no hay una valoración de las personas con discapacidad, generalmente decimos que las personas con discapacidad sufren más situaciones de pobreza por falta de recursos, yo creo que faltan recursos para atender a cierta gente porque no se las tiene en cuenta, no hay una valoración de ese otro que es tan importante como cualquiera; y esto es algo que tenemos que recuperar, porque si no, simplemente lo ayudamos porque es una ‘pobre persona’, pero hay que ayudarla porque es lo que su dignidad exige como tal. Y para valorar a las personas no necesitamos ningún médico ni especialista, porque si no corremos el riesgo de que los temas de discapacidad sean de especialistas, si bien nos pueden ayudar a comprender situaciones no podemos reducir la problemática a los especialistas. Una madre

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cuando nace su hijo, para relacionarse con ese niño o niña tiene que aprender, y a través de prueba y error el bebé le va mostrando que si llora de una manera es hambre y si llora de otra es sueño, y eso supone una posibilidad de encuentro. Esto es lo primero, darnos cuenta que hay alguien ahí, tan importante como yo. A veces reducimos todo lo que le sucede al tema de la discapacidad. Como si no sintiera hambre, necesidad de afecto, deseos… creo que tenemos que recuperar esto. Esto viene a plantearnos cómo nosotros en la vida cotidiana incluso trabajamos y salimos a defender derechos de personas con discapacidad, y quizás después en la práctica no valoramos a la persona que tenemos delante y estamos todo el día trabajando en esto y a quién tengo adelante, que es ahí donde se juega lo concreto, resulta que no lo tengo en cuenta. Coincidimos en que el entorno suele discapacitar, empobrecer a las personas, pero una forma de empobrecer, claramente, es nuestra relación. Y eso está en nosotros. Y esta mirada es para todas las personas. Y este planteo no es claudicar en las luchas contra el Estado en sus distintos niveles en este retroceso de derechos que vemos en las personas con discapacidad, que también responde a ese “descarte” que el sistema promueve, pero no es solamente quedarnos esperando a ver si se abre una puerta. Tenemos que recuperar esa actitud de recibir al otro, de entenderlo, escucharlo y que es uno más entre nosotros, un igual”, remarcaba Pablo en su charla. Y Eduardo contaba de la experiencia junto a personas con discapacidad desde la institución

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en la que él trabaja en el conurbano bonaerense: “Nuestro trabajo significa un entrelazamiento de abordajes múltiples e interdisciplinarios, no ajenos al contexto social y que, necesariamente requieren el aspecto comunitario: escuelas, clubes, instituciones barriales… y la convergencia de entidades gubernamentales en el plano municipal, provincial y nacional. El dispositivo requiere una necesidad y permeabilidad que tenga en cuenta lo singular de cada persona y de cada familia. Su posicionamiento y consistencia para ser efectivo requiere reconocer cotidianamente fisuras y fracturas, tanto en las miradas profesionales como en la construcción del lazo con la comunidad y el Estado. Actualmente más del 50% de la población que asiste a nuestra institución son de hogares urbanos pobres, beneficiarios de pensiones no contributivas por discapacidad y, en la mayor parte de los casos, la pensión es el único ingreso estable de esa familia. Escasos recursos económicos que se agravan con problemas de accesibilidad en donde viven e infraestructura. Muchos carecen de servicios a los que se suman problemas ambientales y socio ambientales. En consecuencia, estos factores profundizan las condiciones de vulnerabilidad complejizando las posibilidades inclusivas. La pobreza y la falta de re-

cursos muchas veces no es el único caldo de exclusión, para eso es necesario pensar los recursos humanos con los que se cuenta, utilizar el lugar social como herramienta, un merendero, sociedad de fomento, jardín, escuela, club, puede ser un lugar de inclusión para una persona con discapacidad, o lo que es más importante, un articulador entre la dificultad de la persona y los requerimientos que necesita. La ruptura de la estigmatización que sufren las familias e instituciones sociales con respecto a la discapacidad es un paso importante para generar posibilidad a niños con discapacidad, como sujetos en lo cotidiano, que puedan atravesar la barrera de su lugar para acceder a posibilidades que en lo social le faciliten alternativas inclusivas”. Eduardo cuenta de los logros que han conseguido: “Como organizaciones de la sociedad civil fundamos un plenario de instituciones de discapacidad y logramos, después de unos años de lucha, un lugar de reconocimiento en el municipio y una eficacia a convocar, en distintos servicios, a personas con discapacidad. Los efectos en el ámbito de la municipalidad fueron la creación de un consejo de discapacidad y una dirección municipal de discapacidad que permitió tener juntas médicas para la certificación de la discapacidad, primer paso para acceder a los derechos y alternativas en lo social, como así también una red de becas que se articulan como ofrecimiento de diferentes servicios para aquellos que no poseen cobertura social o se encuentran fuera del sistema. Como resultado, en el municipio de San Miguel, miles de personas con discapacidad tienen hoy una posibilidad de inclusión.


2º Encuentro “No más chicos descartables” Síntesis del panel Participación y organización de los jóvenes de sectores populares.

participar es decidir y protagonizar es transformar

Por la tarde, el panel sobre organización de los jóvenes de sectores populares se llenó de pibes y pibas de distintas edades que vinieron de los distintos espacios juveniles. El panel estaba integrado por Aldea de jóvenes por la Paz, Casanova en Movimiento, el Hogar de Cristo, Misioneros de Francisco y la organización villera La Poderosa. Comenzó hablando Magalí, de 17 años, de Casanova en Movimiento, donde cumple el rol de coordinadora: “Casanova en Movimiento la conformamos niños, niñas adolescentes y jóvenes con adultos que acompañan día a día con un eje en el protagonismo juvenil. Decidimos formar nuestra propia organización como una ONG para que nadie pueda decidir por nosotros porque creemos en el protagonismo juvenil para transformar, pensamos que participar es decidir, que no puedan sacarnos los espacios que buscamos. Seguir teniendo un espacio para los pibes y pibas para que se puedan recrear, formar. Los barrios que conformábamos este grupo de pibas y pibes son de San Alberto, 17 de marzo, Puerta de Hierro y San Petersburgo. Algo que nos marcó mucho fue el Día del Niño, cuando nos organizamos para conseguir donaciones y recursos para festejarlo con los niños y niñas del barrio. Fue muy loco, por ejemplo, limpiar todo un predio para que

nos donaran juguetes. Eso nos impactó, era la primera vez que hacíamos algo para los más chicos. Participar es tomar decisiones, participar es decidir y protagonizar es transformar, Por último quería decir esto de la alianza adulto-joven siempre presente es un ida y vuelta, el adulto sin el joven no puede transformar nada y el joven tampoco, el adulto tiene que brindar herramientas y el joven aprender de la mejor manera. El adulto siempre tiene que estar acompañando al joven”, afirma Magalí. Damián Bravo, adulto fundador de Casanova en Movimiento, antes de hablar saludó a todo el equipo de jóvenes líderes: “Ellos son los que nos permiten hacer actividades día a día”, compartió y retomó el festejo del Día del Niño: “El predio que había que limpiar era gigante y ahí me arrastraron. Cuando dijeron queremos un local, recorrimos un montón. Así es como ellos nos interpelan permanentemente y van exigiendo y desafiándonos a poder estar a la altura de la circunstancias. Un adulto para estar acompañando a una niña, niño o joven en su proceso de formación y crecimiento tiene que estar dispuesto a desafiar su propio recorrido e interpelarse permanentemente. El

adultocentrismo lo tenemos muy instalado y es todo un desafío ponerlo en cuestión”. Y lamentablemente estamos en un tiempo donde la agenda del gobierno no apunta hacia la vida, la felicidad, la esperanza y la integridad de nuestros pibes. Los rodea y los asesina con el hambre, con la desocupación de los papás, con la falta de educación, de salud, y estamos en un recrudecimiento de la represión y la violencia policial. Por eso hoy decidimos volver a juntarnos y poner en la agenda los problemas y la violencia de los que son víctimas los pibes, en este camino nos encontramos las organizaciones de Lxs Chicxs del Pueblo, porque la patria son los pibes, y cuando de pibes hablamos, los abrazamos para caminar junto a ellos o los condenamos a la injusticia, al hambre, a la desigualdad y a la muerte.

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como alumna era como tener hermanos mayores, padre, madre, y eso eran todos los profesores para mí, el tema de los vínculos es muy fuerte, y es el único modo de ayudar a nuestros compañeritos y compañeritas a formarse y a empezar a imaginar un futuro, y querer vivir y sentirse vivo”. Y del espacio

Aldea Jóvenes para la Paz del Servicio Paz y Justicia (SERPAJ) es un proyecto educativo-productivo que cuenta con dos centros, ubicados en los partidos de Gral. Rodríguez y Pilar. El SERPAJ es una organización social fundada en 1964 cuyo presidente es Adolfo Pérez Esquivel y tiene como principal actividad la cultura de la paz, la no violencia efectiva y el reconocimiento de los derechos humanos de las personas y los derechos de los pueblos. Cinco jóvenes que participan en Aldea compartieron la experiencia: “Trabajamos con chicos de 12 a 18 años y ahora incorporamos un espacio para chicos un poco más grandes; contamos con talleres de oficios: panadería, marroquinería serigrafía, electricidad, plomería y alfarería, entre otros, donde se trabaja no solo en el aprendizaje específico del oficio sino más que nada trabajar otras cuestiones, el reconocimiento como sujetos de derechos en el marco de la Educación para la Paz. También hay talleres transversales de lectoescritura, matemáticas, formación para el trabajo, computación y educación física y talleres de educación artística: teatro, música, video, plástica y literatura. María fue alumna la Aldea, y cuenta su experiencia de cómo fue ser alumna y hoy estar trabajando en ese espacio: “Recuerdo que cuando asistía a la Aldea

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del panel, remarca la importancia de la participación juvenil: “Hasta ahora éramos adultos escuchando adultos, un placer y un honor compartir con los jóvenes porque ellos son los que nos motivan y los que mueven los espacios por los que trabajamos todos los días”. Por otro lado Magalí y Victoria forman parte del Centro Barrial Madre Teresa, centro de la Familia Grande del Hogar de Cristo que tienen como finalidad dar respuesta integral a situaciones de vulnerabilidad social y/o consumos problemáticos de sustancias psicoactivas, poniendo siempre en primer lugar a la persona y sus cualidades. Magalí es operadora en el Madre Teresa y cuenta la experiencia: “El centro está dentro de la villa 31, en el barrio de Retiro, y recibe chicos y chicas menores de 18

años que viven en la calle adentro de la villa y están atravesados por la problemática del consumo. Nació hace un poco más de tres años por la necesidad y la demanda que traían los chicos. Antes de que Madre Teresa exista estaba el Centro Barrial de adultos y lo que veíamos es que en las calles del barrio cada vez había más adolescentes, y niños también, atravesados por la problemática del consumo pero que también tenían otros derechos vulnerados y tenían otras necesidades. Y demandaban un espacio propio del cual pudieran apropiarse, con esto en la cabeza se decide abrir otro Centro que sea exclusivo para ellos, donde podamos atender estas necesidades particulares”. Victoria continúa contando del Centro Barrial: “En el Hogar tratamos de abordar distintos ejes, principalmente las áreas de salud, educación, identidad, la revinculación con las familias, el hecho de poder hacer talleres; tratamos de cobijarlos. La gran mayoría de los pibes no son de la villa, son de provincia y vienen viajando tres horas para llegar a la villa donde van a consumir”, y se emociona viendo a los pibes en el auditorio: “Mientras ustedes están acá, los del Hogar están en la calle, pero los tenemos presentes y vamos a pelear por ellos”. Lucas y Alejandro pertenecen a la Ctep, colectivo de trabajadores y militantes populares que levantan las banderas de las luchas populares en los barrios más postergados. Alejandro viene de La Matanza y forma parte del MTE (movimiento trabajadores excluidos) donde la mayoría son pibes y hoy tienen más de 3600 compañeros adentro de la cooperativa. “Pudimos ge-


nerar polos productivos para esos pibes y esas pibas, dándole respuesta al trabajo, entendiendo que es la primera falta que tienen y que dignifica la vida de cada uno”, comenta Alejandro y cuenta su propia experiencia: “Yo consumí paco casi 6 años, y luego conocí gente maravillosa que llevaba adelante casas comunitarias, como “Vientos de Libertad”, donde empecé un proceso de rehabilitación, entendiendo que la droga era uno de los problemas en la vida de uno, y con los pibes que estábamos ahí, empezamos a pensar y a formarnos, a dejar de echarle la culpa a un tercero por lo que hacíamos; y a hacer asambleas; y entendimos que la organización popular nos fortalecía a cada uno y a muchos nos sigue manteniendo hoy en día, porque ser un luchador social es una elección de vida. Lucas explica que en la CTEP son muchas las organizaciones, “Vientos de Libertad” donde está Alejandro es una de tantas mientras que Lucas forma parte de Misioneros de Francisco. “Cuando asumió Francisco nos dimos cuenta de que no teníamos ninguna herramienta pastoral dentro del CTEP y fue por eso que armamos los Misioneros de Francisco”, nos dice Lucas, “donde lo primero fue ir llevando la Virgen a los hogares de nuestros compañeros. Y cuando llevás la virgencita pasan cosas milagrosas, la Virgen trabaja sola, y lo que nos planteaban los vecinos cuando llevábamos la Virgen es que tuviera un lugar, una ermita y algunos soñaban un poco más grande y decían una capilla. Y como decía Angelelli ‘hay que seguir andando’, empezamos a construir, con la ayuda de los vecinos, de Desarrollo Social que hace unos años atrás donaba materiales, y empe-

zaron a aparecer las capillas de Francisco, y algunos sacerdotes y obispos empezaron a acompañar. El papa hace poco sacó un documento para todos los jóvenes y quería marcar tres conceptos que me gustaron. El primero es que ‘somos el presente’ y tenemos que tomar esa responsabilidad y empoderarnos de esa manera; nos pide también que ‘seamos misioneros valientes’, testimoniando con la propia vida y el cuerpo, no solo con la palabra. Ir y poner el cuerpo, con los hermanos, en el barrio. Comprometernos. Involucrarnos. Y nos hace un llamado de atención que tiene que ver con nuestras raíces, que no nos comamos el verso que las sabemos todas. Toda lucha tiene su historia y sus raíces, y en esto tenemos que formarnos y aprender de nuestro propio pasado para poder avanzar. Creemos que es fundamental en nuestros barrios recomponer la comunidad y el tejido social, compartir, invitar a los jóvenes a la capilla, a jugar con sus vecinos, ir formando líderes positivos. Nos pide Francisco también que construyamos la amistad social, en cualquier tema, si escuchamos y dialogamos con el otro que piensa distinto, podemos construir”. Y por último Fidel compartió con todos como comenzó la organización villera La Poderosa: “Empezó con un equipito de fútbol en

un potrero, con una ronda de 20 pibes y pibas, jugando sin árbitro… mirándonos a las caras. Y empezando a discutir cómo iba a ser nuestro espacio. Y una de las primeras reglas fue desayunar. Porque muchos no desayunaban y empezaron a venir más chicos, mas pibas. Nos dimos cuenta que el potrero era un lugar de encuentro, era el psicólogo, pero también nos empezamos a dar cuenta que cuando hablábamos de que queríamos cambiar la realidad, el ser humano, no nos estábamos dando cuenta de que no hay mayor diccionario o documental que pudiera caber de esos pibitos que están en una ronda discutiendo cómo carajo conformar su vida. Y era por ahí que teníamos que caminar para cambiar esta sociedad, y ahí empezamos a armar espacios de apoyo escolar, de arte, de percusión. Era necesario que se dieran esas discusiones, esas pequeñas asambleas en las que hablaban de sus problemas. Había que empezar por abajo, y con ellos, con los pibitos y las pibitas. Que ellos fueran los artífices de las discusiones, de las decisiones y que la sociedad supiera que los villeros y las villeras estamos acá, y que no nos iban a pasar por arriba. Por eso es importante este encuentro, y todas estas experiencias, porque es sembrar un futuro y un presente. Lo único que les pido es que hagan quilombo, rompan todo, griten, que haya rebeldía, discusiones. Sirven para construir colectivamente. De ellos tenemos que aprender. De la responsabilidad, del valor de la palabra, del compromiso, de los colectivos, de no poner nuestras personalidad por delante de los colectivos”.

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ia

arte y resilienc

AMAR lo que

los jóvenes aman, cuando el amor hace arte Es el Buen Pastor el que en todo representa el amor de Dios. Él conoce sus ovejas una a una, con su nombre. Así nos conoce Dios: no nos conoce en grupo, sino uno a uno. Porque el amor no es un amor abstracto o general para todos; es un amor por cada uno. Y así nos ama Dios. Y todo esto se traduce en cercanía. Dios se hace cercano por amor y camina con su pueblo. Francisco – 7 de junio de 2013 Creemos firmemente que la única manera de oponerse a la cultura del descarte es la cultura del encuentro, y eso es lo que hizo Jesús, con gestos de ternura, de bondad. Se hace pequeño. Se acerca. Y es lo que las parroquias y las organizaciones hacen en los barrios, caminan junto a los jóvenes, los conocen, los abrazan, los impulsan a soñar y buscar caminos de esperanza. La esperanza no es algo que está allá adelante,

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s rrios Populare a B s lo e d n e Arte Jov speranza e a l r 2º Festival de a b o r s o

No nos dejem

la construimos a cada momento cuando los jóvenes se animan a crear, y ellos tienen una capacidad de creación increíble, en un contexto difícil. Hay mucho que no se ve, por eso la propuesta de este 2° Festival de Arte Joven de los barrios y villas fue mostrarlo. Dar a conocer diversas expresiones artísticas de los distintos espacios comunitarios. Escuchando y viendo a los jóvenes con su arte con la vida misma diciendo “nosotros somos esto”. Los niños y jóvenes tienen mucho para decirnos, mostrarnos y enseñarnos. Para Ian, de 16 años, fue una gran experiencia: “Me encantó ver cómo se les daba un espacio a los chicos para expresarse y hablar, hacer compañeros nuevos. También la buena onda que

tuvieron los profesores de los talleres hacia nosotros los chicos. Ver cómo en cada barrio se sigue dando lo que es cultura, danza o las charlas que se dieron también”. Ian es de la parroquia San José de Puerta de Hierro, en San Justo. Los talleres en los que participaron los adolescentes y jóvenes se dieron por la mañana, Gaby, que es de Hogares Don Bosco, participó en el taller de malabares y acrobacia: “Armamos unas pelotitas para hacer acrobacia con arroz y globos, después usamos también unos círculos y unos palos, haciendo acrobacia durante un rato. Cuando terminamos fuimos a comer al comedor que estaba ahí y comimos guiso de lentejas y algunos comieron fideos que estaban riquísimos.”


El Batallón de exploradores y del Patio (centro de día) de la Obra Jesús Buen Pastor Hogares Don Bosco está en Isidro Casanova, en La Matanza. Thiago, que es de allí, también comenta: “Nos habían dicho que había talleres, eran varios. La mayoría nos inscribimos en uno de percusión, después mis compañeros también fueron a uno de fotografía y a uno de danza. Yo estuve en el taller de percusión, estuvimos ahí un rato y el profe nos enseñó a tocar varios instrumentos y terminamos tocando

todos juntos una canción que está buenísima”. También de Isidro Casanova vinieron chicos de la ONG Casanova en Movimiento. Tomás, de 17 años, comparte: “Fue emocionante, divertido, se tiene que volver a hacer otro. Me gustó cuando entramos apoyar a nuestra compañera que hablaba en el panel, y a nuestro compañero. Me gustaría que no dejen más a los jóvenes de lado. Y Yohana, también de Casanova en Movimiento, con sus 12 años afirma que “compartir esta experiencia con otros chicos de otros lados me sirve más para mí formación de líder. Me encantó cuando nos íbamos y empezamos a cantar la canción de nuestra organización con la murga. Y me gustaría que los jóvenes tengamos más la palabra”. “La pasamos muy bien, nos sentimos muy cómodos”, cuentan Edu y Juan, del taller de hip hop del Centro Cultural San Roque de Villa Palito, “muy linda experiencia compartir con todos los chicos, con todas las personas, muy, muy lindo. Y ojalá que se pueda repetir para juntarnos con todas las personas y enseñar un poco de lo que sabemos. Les

mando un abrazo y todas las buenas vibras”, saluda sonriente Edu mientras que Juan agrega: “Con Edu presentamos el taller Parte del arte en el Festival y solo quería decir que los chicos la pasaron muy bien, fue algo muy lindo porque se compartieron varias actividades y varios talleres, agradecer por invitarnos y que haya más talleres culturales para los chicos”. Adelaida, del Barrio la Unión Néstor Kirchner en José C. Paz, participó del Festival junto a otros jóvenes del Movimiento Misioneros de Francisco: “Estamos muy agradecidos de haber podido participar con los chicos de la capilla Virgen de Caacupé. Volvimos muy contentos y con muchas ideas para nuestra capilla y nuestro barrio. Los chicos quedaron locos con los talleres, y las charlas fueron muy interesantes también. Esperamos volver a encontrarnos la próxima, si Dios quiere y la Virgen lo permite”. “Me gustó la parte en que cada uno mostró lo que se trabajó en cada taller”, nos dice Luján, de la escuela de Música de Caacupé, de Barracas: “Me quedó un buen re-

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cuerdo. Es algo importante porque nos podemos conocer con jóvenes y adolescentes de otros lados que no conocemos y que hacen diferentes cosas y está bueno, y chicos que capaz no saben de estos talleres, por ahí después lo quieren practicar de verdad”. “Estamos muy agradecidos por haber tenido un espacio en el

Festival de Arte Joven, nuestro trabajo desde Casa Taller está muy vinculado a todo lo que se fue hablando en los paneles y compartimos gran parte del discurso que se promueve desde el festival. Creemos que las políticas de niñez y adolescencia deberían estar en la agenda y que son primordiales para la prevención de todo tipo de vulnerabilidad”. “Una niñez escuchada, abrazada, mirada. Ya es un gran paso para prevenir todo tipo de flagelo a corto y largo plazo. También creemos en la fusión con el arte, el arte de los barrios conforma una herramienta fundamental para conocer otros mundos, para transformar realidades y para conocerse a uno mismo y a los demás. Y en esto

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de conocerse uno mismo se afianzan cuestiones de identidad y se fortalece la identidad de quienes somos, de dónde venimos y hacia dónde podemos ir, es fundamental para los niños y adolescentes porque se abren puertas a sueños,

y los sueños se pueden transformar en realidades. Vimos un festival hecho a pulmón, con mucha garra, con mucho trabajo, por ahí lo bueno sería, en los próximos, hacer algo más en salida, intervenir la calle, o cortarla, que la gente se entere que hay pibes que están

peleándola en los barrios todos los días. Agradecemos mucho haber tenido un espacio de participación”. Sol – Referente de Casa taller – Lavallol. Al promediar la tarde, un ratito antes del cierre, nuestro Arzobispo Mario Poli compartió con

nosotros un rato y nos dirigió unas palabras: “Hace poco estuve con el papa Francisco y él hizo hincapié en los niños y jóvenes. Nos encargó a los obispos que nos preocupemos más por los niños y los jóvenes, todos los niños, todos los jóvenes, pero especialmente los que más necesitan. Veo que esta tarde se juntaron muchos jóvenes para compartir sus experiencias, sus alegrías, su música, sus proyectos y eso es muy lindo. Me parece que se elevó una oración juvenil hacia el cielo, y entonces yo quiero que recemos una oración a la virgen sencillita, la madre de los pies descalzos que continuamente bendice a sus hijos y agradecerles a ustedes por habernos contagiado esta alegría”.


Alejandro Fernández - Salesiano Cooperador 2º Festival de Arte Joven de los Barrios Populares

a s a c n e e t Recibir

s raíces

s con la o n r a r t n o c n e e r a nidad par

Una oportu

El clima de puertas que se abren y de caminos que se confirman en el 2do Encuentro “No más chicos descartables”, tuvo un gustito especial para aquellos y aquellas que nos tocó recibir a tantos y tantas jóvenes de los sectores populares y personas

Un curita joven en medio de muchos jóvenes

Don Bosco fue un sacerdote joven que en la Turín del siglo XIX se encontró con la impactante realidad de una cantidad enorme de chicos y jóvenes en las cárceles y en las calles de esa ciudad: eran en su mayoría

laborales inhumanos y tratos violentos a cambio de casi nada. Sobre todo eran objeto de una mirada muy negativa sobre ellos por parte de una sociedad civil que los percibía como peligrosos para el naciente Estado Italiano y, por tanto, “dignos de criminalización”. Ya en aquellos tiempos se confundía el estar en peligro con el ser peligroso. Un proyecto alternativo: el Oratorio Salesiano

comprometidas con su causa. Es que este año el encuentro volvió a realizarse en la Casa Salesiana PIO IX del barrio de Almagro en CABA, y Don Bosco, fundador de la Familia Salesiana en el mundo, no podría haber estado más orgulloso: lo suyo, aquello por lo cual dio hasta el último aliento de su vida, fueron los pibes y jóvenes, preferencialmente los que más sufren la injusticia de la pobreza y el abandono.

migrantes del campo, huérfanos por la guerra, el hambre o el cólera, y mano barata para una incipiente industrialización que los explotaba con horarios

Frente a este panorama, San Juan Bosco, un enamorado del Jesús Buen Pastor, que conoce a cada uno por su nombre, se paró en medio de su realidad con una mirada completamente diferente: en las barriadas populares, en las esquinas, en los andamios de las construcciones o en las fundiciones de las fábricas, este curita se empezó a encontrar con estos jóvenes; se puso como uno más en medio de sus juegos callejeros, se animó a recibir más de una puteada, los invitó, les propuso juego, canto, alegría, pan, catequesis, alfabetización, talleres profesionales, oración… Y así fue naciendo el Oratorio Salesiano como una respuesta bien flexible y dinámica que tenía como protagonistas a los jóvenes mismos y que partía de sus más variados intereses y necesidades. Una alternativa a los tiempos que corrían.

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En principio, el Oratorio no tenía “un lugar” más que aquellos sitios en donde se encontraban Don Bosco y los jóvenes... Ese era su territorio, su Tierra Sagrada. Y con el tiempo encontró en el barrio de Valdocco, en

los márgenes de la ciudad, ese lugar donde asentar su proyecto: una Casa para sentirse en Familia, una Parroquia -de los pibes sin parroquia- para acompañar la Fe, una Escuela que preparara para la Vida y un Patio para encontrarse con amigos. Una perspectiva diferente: cada joven vale porque en cada joven habita Dios

¿Cuál es la unión entre esta experiencia y el encuentro “No más chicos descartables”? Justamente ese lema: desde la experiencia salesiana, ningún pibe podía ser ya olvidado o descartado. Ni uno sólo podía ser abandonado a su suerte. A ninguno (y a ninguna, porque desde el comienzo la propuesta incluyó también a las jóvenes mujeres) se lo podría ver ya como peligroso, sino más bien como víctima de un montón de situaciones estructurales que minaban sus

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esfuerzos y herían su posibilidad de mejorar. Es por eso que, si algo caracteriza al Sistema Preventivo de Don Bosco, es la Confianza profunda en la bondad de cada jo-

ven y en la presencia de Dios en sus corazones: “Todo joven tiene un punto de acceso al bien”, decía el santo educador. ¿Y cómo se puede dar con ese punto, con esa cuerda sensible de bondad? El amor demostrado: en sus códigos y lenguajes

La clave para conectar así con los jóvenes no es un misterio: es al amor. Pero no un amor “volado” o “de película”, sino un amor bien concreto, un amor demostrado. Don Bosco decía: “No basta amar a los jóvenes, es preciso que se den cuenta que son amados”. ¿Qué quiere decir este “darse cuenta”? Que los educadores jóvenes y adultos deben lograr demostrar este amor en forma concreta en los lenguajes, códigos, expresiones y gestos que los jóvenes leen como propios. Es decir, que el educador salesiano es aquel “experto” en captar los siempre nuevos, cambiantes, dinámicos y mutantes modos en que los jó-

venes se sienten “ellos mismos”. Y de construir entonces esos ambientes donde pueden sentirse libres y mostrarse como son. Casas que reciban la Vida como viene

Coherente con esta lógica de “amar lo que los jóvenes aman” y así construir un vínculo de amor junto a ellos, es que todas las experiencias que se fueron compartiendo en “No más chicos descartables” (los Hogares de Cristo, los clubes villeros, el Freestyle, las bandas de música, las murgas, los centros de atención a las mujeres, y un largo etcétera) nos han recordado las raíces de la experiencia oratoriana y nos han desafiado a volver a reencontrarnos con esta vivencia de una Casa para todas y todos los jóvenes, que puedan recibir sus vidas así como vienen, para cuidarlas como Dios las quiere cuidar. Fue muy fuerte como momento simbólico, al respecto, el de la mesa compartida del almuerzo, en el que las manos se sumaron para servir, compartir, preparar, cocinar el guiso y hacer que ninguna hija y ningún hijo se quede afuera de esta gran mesa de fiesta que nos prepara Jesús, el Buen Pastor. En este 2do Encuentro se nos volvió a recordar de la importancia de construir políticas que asuman una perspectiva preventiva (en este sentido amplio y propositivo) y que evite criminalizar a los jóvenes, a los chicos y a las chicas. Asumir que sus derechos y que sus vidas son responsabilidad de toda nuestra sociedad en conjunto. Que cada una y cada uno de nosotros puede construir, junto con otros, la experiencia germinante de una Comunidad que acompaña la vida.


Maduque Baya Casal 50 Años de los Curas en las Villas

s Mugica lo r a C e r d a del Pa b m u t la a Junto

, s a l l i v s de las

e t o d r Papa e l c a a o y s o s p lo ron su a expresa

El equipo de sacerdotes para la pastoral de las villas y barrios populares celebró el Día del Pontífice el 28 de junio con una Misa en la parroquia Cristo Obrero, de la villa 31, en la cual dieron a conocer un documento en apoyo al Papa Francisco. En las puertas de la parroquia, el párroco Guillermo Torre recibió a los sacerdotes a medida que iban llegando junto con los Obispos Gustavo Carrara y Juan Carlos Romanín. Estuvieron presentes una gran mayoría de los curas del Equipo de Villas y Barrios Populares de Provincia y Capital de las Diócesis de San Martín, de Lomas de Zamora, de San Justo, de Merlo-Moreno, de San Isidro y de Quilmes junto con los de las villas de Ciudad de Buenos Aires Estuvieron presentes periodistas y medios cubriendo el evento, con gran expectativa ante el anuncio de la difusión del documento en apoyo al Papa Francisco: “Junto al Papa Francisco anunciamos el Evangelio, Luz para los pobres”. La providencia quiso que la celebración se realizara en un día sin dudas santo, con doble celebración: día de la festividad del Sagrado Corazón de Jesús y la Jornada Mundial por la santificación de los sacerdotes. Y en un lugar santo. Los curas de las villas eligieron celebrar el Día del Papa en este santuario donde nació, hace 50 años, el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo -MSTM-, liderado, entre otros, por el Padre Carlos Mugica, cuya tarea es continuada hoy por los Curas Villeros (ver recuadro).

La Misa fue concelebrada por el vicario episcopal para las villas de Buenos Aires, Mons. Gustavo Carrara, junto al Obispo Juan Carlos Romanín y al equipo de curas de las villas y barrios populares de capital y provincia de Buenos Aires. Se realizó en el altar junto al sepulcro donde descansan, desde hace 20 años, los restos del Padre Mugica, que inicialmente fue sepultado en el cementerio de La Recoleta. Pero

a pedido de los Curas Villeros, en 1999, sus restos fueron trasladados a la parroquia Cristo Obrero, donde está la capilla original a la que venía Mugica. Por entonces, el ahora Papa Francisco era el Arzobispo de Buenos Aires, y no solo autorizó el traslado de los restos de Mugica sino que, hace 20 años, encabezó la procesión desde La Recoleta hasta la capilla original de la villa 31, donde presidió la Misa junto al equipo de los curas de las villas, en la que pidió perdón

por la muerte del Padre Carlos y por los silencios cómplices de gran parte de la sociedad. “Nos reunimos en este lugar tan querido, tan simbólico, donde descansa el Padre Carlos Mugica, donde predicar el Evangelio entre los pobres le costó la propia vida. Por eso elegimos este lugar, para rezar de modo especial por el Papa Francisco, que muchas veces es atacado y es juzgado simplemente porque predica el Evangelio que es

Luz para los más pobres. ‘Quien rechaza al Papa Francisco rechaza al Evangelio’, empezó la Misa Mons. Carrara, y le pasó la palabra al Padre Pepe, que leyó completo el documento de los Curas de las villas y barrios populares de capital y provincia en apoyo y desagravio al Papa Francisco, en respuesta a los comunicadores y medios que pretenden “usar la figura del Papa para ponerlo de un lado u otro de la grieta”. Las dos columnas fundamentales del comunicado son un lla-

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mado y una invitación a los medios de comunicación: “Humildemente pedimos, en nombre del santo pueblo fiel de Dios, del que somos parte y a quien servimos, que dejen de querer manipular la figura del Papa Francisco para lograr efectos locales en el mapa político actual”.

no hace más que recordar al mundo entero”. Hacia el final de la Misa, con mucha emoción, curas y fieles entonaron un antiguo himno de los curas de las villas, “El Cristo de los Villeros”. Luego el Obispo Carrara

“Invitamos a los comunicadores a abrir el corazón y a descubrir que estar en medio de los pobres y descartados, acompañando la defensa de sus derechos, no es una ideología partidista, sino la esencia misma del Evangelio de Jesús y por tanto, de la doctrina social de la Iglesia. Ese es el Evangelio que el Papa Francisco

invitó al Padre Carlos Morena -parroquia San Juan Bosco de Villa Itatí, Quilmes- a dar la bendición final con la reliquia del Padre Mugica: un pedacito de la ropa que vestía el día que, luego de dar Misa en la parroquia San Francisco Solano junto al Padre Jorge Vernazza, fue asesinado. Finalmente, se entonó el Himno de los Hogares de Cristo, “La Vida como viene”, frase acuñada por Jorge Bergoglio cuando era Arzobispo de Buenos Aires, en esa misa hace 11 años en la villa 21-24 en la que quedaron instituidos los Hogares de Cristo, los “hospitales de campaña” que llenan de luz las vidas de los más pobres y excluídos de la sociedad, dando a conocer la alegría del Evangelio.

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Cristo Obrero, cuna del equipo de Curas Villeros En 1969, esta parroquia era una capilla dentro de la órbita de la Basílica Nuestra Señora del Socorro, de Juncal y Suipacha. El Padre Mugica empezó a visitar esta capilla de la villa 31, por entonces una de las más pobladas de la ciudad. Aquí venía a misionar junto a las monjitas del colegio Mallinckrodt. Venía en moto y con campera de cuero. Su modo de ser arrollador, empático y carismático, y su gran atractivo físico -era hermoso- sumado a una gran fe y valentía, le permitió ganarse el corazón de los habitantes de la villa, que lo adoraban. Y fue mutuo ese amor. Porque aquí el Padre Mugica se enamoró del pueblo por el cual dió su vida muriendo mártir en 1974. Aquí nació el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo (MSTM), como fruto del Concilio Vaticano II y a raíz de la intensa labor pastoral de Mugica y de los curas de la villa 20 de Lugano, Bajo Flores, Villa Soldati y Villa Dorrego (Chacarita), según el libro del Padre Jorge Vernazza, “Una vida con los Pobres” (Editorial Guadalupe, Buenos Aires, 1989). “Este grupo de sacerdotes recibió, de parte de la autoridad eclesiástica, en septiembre de 1969, una misión y una orientación particular a través de un documento expedido por el entonces Arzobispo Coadjutor, Monseñor Juan Carlos Aramburu”, sostiene Vernazza en su libro, en el que transcribe parte del texto de creación del equipo de curas de las villas, ante la necesidad de que la Iglesia esté “presente en el mundo trabajador y pobre, compartiendo su suerte, buscando intensificar una imagen de la Iglesia solidaria y accesible que los comprende, que sufre con ellos, y que desea e impulsa su promoción integral y verdaderamente humana. En una actitud de servicio y de pobreza compartida, estos sacerdotes tratarán de descubrir lo que ese pueblo que sufre dice al mundo de manera única y original”. Palabras del acta fundacional de los Curas Villeros, citadas por el Padre Vernazza en su libro.


María Susana Alfaro Participante del 1er Encuentro de Mujeres de Barrios Populares.

paridad

Encuentro de Mujer es de Barrios Popular es

El pasado 20 de junio se realizó el 1er. Encuentro de Mujeres de Barrios Populares organizado por el Equipo de Sacerdotes para la pastoral de las Villas de Capital y Gran Buenos Aires, la Comisión de Derechos Humanos, la Inclusión y Familia Grande del Hogar de Cristo. Participaron 923 mujeres de Parroquias, comunidades de CABA, Conurbano, Bs. As. y Córdoba. Se dividió en dos partes, la primera por la mañana, encontrarnos y conocernos, “Festejar con alegría el encuentro”, y por la tarde “Caminando juntas desde el amor y la esperanza”, donde se trabajaron tres ejes: “Ser mujer hoy”, a partir de Lc 13,10 al 17; “Mujer y Familia” a partir de Juan 2, 1-11; y “Mujer y Comunidad” a partir de Mt 13,33. Allí estábamos todas. A medida que fuimos llegando se fue armando un gran círculo en el que nada marcaba lugares de privilegio. Apenas una mesa en la que se entregaban las cintitas color lila que decían “Encuentro de mujeres” y un micrófono inalámbrico que iba y venía por las manos de las que tomaban la palabra. El clima era de fiesta, de fiesta familiar. Distintas palabras se me aparecieron cuando buscaba algunas para definir esa vincularidad particular que ahí se entretejía: igualdad, solidaridad, horizontalidad, sororidad... Todas palabras que hablan de semejanza, de dignidad compartida, de solidaridad de género, de existencias enlazadas, de

mutualidad. De pronto me di cuenta de que entre todas ellas, una volvía a mi mente como un eco: “Paridad”, paridad que, como sabemos, viene de par, y “par” tiene que ver con ser semejantes, con sentirnos hermanas, con sabernos iguales… “Paridad”, que también habla

dome cierta licencia lingüísticame gustó pensar que “paridad” también suena a parir, y que sumado al sufijo “dad”, en el diccionario bien podría decir “paridad: capacidad para parir”. La paridad, incluso, podría ser algo medible, mensurable y, así, alguien o algo podría tener más o

de caminar a la par, una al lado de la otra, no adelante y atrás, no abajo y arriba, a la par… Y ahí mi mente comenzó a asociar libremente y -regalán-

menos paridad según tuviera mayor o menor capacidad para parir... Y en ese punto de mi divague no tuve dudas. La palabra era “Paridad”. Porque lo que se vivió en la Villa Marista, en el Encuentro de Mujeres de Barrios Populares, sin duda fue una experiencia de parición, en la que empezó a ver la luz lo que hace tiempo se viene gestando en silencio en cada barrio, en cada casa, en cada rincón en el que las mujeres nos encontramos para sostenernos unas a otras en el dolor y en el gozo

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res de la FGHC, hicimos de nuestro ser mujer un lugar de encuentro y de sostén mostrando una enorme capacidad para dar a luz un Orden Distinto, que para quienes somos creyentes se aproxima bastante al del Reino Pero esta Paridad no sólo tiene que ver con lo que nació en términos colectivos, sino también con mi propia parición, porque lo que

de ser mujeres. Una experiencia fundante que dará origen vaya uno a saber a cuántas otras experiencias, en las que la voz de las mujeres se haga oír cada vez con más fuerza. Una experiencia de parto que, como ya sabemos, no suele ser sencilla, y va acompañada de una cantidad enorme de temores y esperanzas, pero que es ineludible para que la Vida tenga lugar. Si, Paridad es la palabra que me gusta para este día en el que las mujeres de la Familia Grande Hogar de Cristo, las de los barrios y las de las villas, las de los centros barriales y las de las granjas, las jóvenes y las ancianas, las de los espacios educativos, las religiosas, las laicas, las casadas, las solteras, las de los equipos técnicos, las voluntarias, las profesionales, las que son madres, las que no lo son, las que fundaron organizaciones y las que se refugian en ellas, todas las muje-

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vivimos el jueves 20 de junio en Luján también hizo que me diera a luz a mí misma como una mujer nueva, empapándome de esas mujeres tan distintas y tan iguales, de las que tanto tengo que aprender. No puedo más que celebrar y agradecer el privilegio de estar en primera fila, disfrutando de esta maravilla y de poder ver las primeras luces del Nuevo Día que, muy despacito pero ya imparable, comienza a asomar.

Staff . director . Adrián Pablo Bennardis . secretaria de redacción . Florencia Laje . colaboradores . Gustavo Carrara Virginia Oliveira . agradecemos la colaboración de . Adolfo Pérez Esquivel Pepe Di Paola Alejandro Fernández Maduque Baya Casa María Susana Alfaro

. propietario . Arzobispado de Bs. As. Venezuela 4145 - Capital Tel: 4982-4611 cadenya@pastoralfamiliar.org.ar www.pastoralfamiliar.org.ar En caso de reproducción total o parcial de las notas que aparecen en esta revista, citar la fuente. Registro de la propiedad Intelectual N° 5164821 Queda hecho el depósito que dicta la ley N°11.723. . diseño gráfico . Florencia Laje . fotografías del encuentro no más chicos descartables y festival de arte joven. Paula Conti Daiana Nuñez . corrección . Ricardo Rubio . impresión . Gráfica Pittelli Chivilcoy -Prov. de Bs. As.


Editorial


transformar la mirada y el

corazón

Comunicarnos busca ser espejo de tantas realidades injustas de las que son víctimas nuestros niños, niñas y adolescentes. Deseamos hacernos eco de la presencia de la Iglesia comprometida con transformar la mirada y el corazón, una Iglesia que es familia y abraza amorosamente a todos sus hijos.

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WhatsApp: 15-3574-6742 comunicarnos@pastoralfamiliar.org.ar


Equipo de Curas de Villas y Barrios Populares de Provincia y Capital.


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PentecostĂŠs - HomilĂ­a del Santo Padre Francisco

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